jueves, 8 de diciembre de 2011

UNOS PATIS


UNOS PATIS

Soy un capitalista, porque como pati,
quisiera ser Revolution, pero como pati,
hablo mal de Miami, como pati,
de una camisa rosa, y como pati.

Quisiera ser más preciso, cuando coma patis,
sin descartar el vicio, - uno más pati,
anoche pensaba en vos, al comer un pati,
soñaba que conversábamos, mientras comíamos patis.

Así que de pronto me fui, llevándome ésta otra mueca,
pensar, la vida es al fin, agujero negro y orquesta;
hablar mal del quien no los tenga será una cuestión grotesca,
aunque sólo defienda los patis de mi familia honesta.

A veces sólo mis patis tienen que ser Armani,
y hoy mientras tomo mate, y pienso que mi Argentina merece unos buenos patis,
deseo una gran maldición para un asqueroso en Miami,
que con camisa rosa y agitando unos Bloody Mary

(el segundo para su esposa que esté mirando Titanic),
con una agenda completa y amigas funny funny,
y un deber para con el pueblo: asegurarle unos ricos patis,
que no sea como nosotros, que no somos ningunos ladri.


Al menos yo no lo soy, el resto es muy sorprendente
y este será un secreto que nunca nadie secuestre;
no sé si en verdad deseo dejar este "delincuente",
sólo sé que como patis y quisiera ser más coherente.

Tal vez en la mesa larga, con la gente del montón,
unos que muestren sus dientes y otros que crean en Dios,
me sienta mañana a gusto desmenuzando el carbón,
 relojeando en el horizonte el rostro de Eva Perón.

O quizás viva la fiesta cenando con Los Papota,
admirándonos nuestros patis, liquidando unos Luigi Bosca,
aprendiendo antes que nada a no saber de la derrota,
y a ser alguien en una vida, de suspicacia y farola.

Manejemos este misterio, como lo hiciera Allan Poe,
en el fondo del asunto somos el gran malabarista,
el vecino canta canciones, pero vos sos lo que sos,
y quisiera ser más joven, pero sos capitalista.

Manejemos, decía, este asunto,
démosle alguna definición,
sabiendo que en otra parte alguien ya fabricó,
el pati que está en tu cuello, el que él no pudo comer hoy.

No te gustan las canciones del vecino,
lo visitarías para enseñarle el error,
luego comerían unos patis,
y antes de irte cantarían su canción. 


JB