Efímero como una frutilla cualquiera,
cerrado como un kiwy,
de poca monta, cual fideos con manteca,
y trasnochado como un whisky.
(Supe que el insomnio era un hecho y bajé la guardia)
Luego me ví molesto como semilla de sandía,
inoportuno como soja envuelta en pan rayado;
adulterado como un dulce de bajas calorías,
y aguafiestas, como berenjena, envuelta en pan rayado.
Amargo como la radicheta,
pero mudo como el damasco.
Mortal como la acelga
y muerto como el churrasco.
¡Listo como el puchero!
Insípido como la lechuga,
quebradizo como el puerro,
derrotado como una uva,
desestimado como el berro.
¡Opaco como limón muerto!
Furtivo como el ajo,
lascivo como el maní,
imputable como los pickles,
regalado como el perejil.
Despreciado como el último pan lactal; Destruído como el primero.
Impuro como papa limpia; barato como papa sucia.
Impuro como papa limpia; barato como papa sucia.
(Mi agonia quizás sea tan larga como la del zapallo)
¡ Aquella mañana me dormí tan acabado y triste que sólo imploré que no me crezca un gusano !
JB
estas poesía es un gran conjuro contra toda larva trepanadora. muy buena , buenísima
ResponderEliminarno había pensado en el oportunismo de la larva ! gracias
ResponderEliminar